Aunque se comenta con frecuencia sobre los ODS –Objetivos de Desarrollo Sostenible– y que son una de las metas ambiciosas de mayor impacto a nivel global, no sobra contextualizar y señalar que los ODS fueron adoptados por las Naciones Unidas en el 2015 como un instrumento al que se invitó a todas las naciones del mundo para poder dar fin a la pobreza y proteger el planeta, buscando que en el año 2030 todos viviéramos en paz y prosperidad.
Son diecisiete 17 ODS algunos relacionados entre sí y aunque todos son de vital importancia, podríamos definir que los más vinculados a la innovación y la creatividad serían los que están enumerados así, el dos, Hambre cero; tres, Salud y bienestar; seis, Agua Limpia y saneamiento; siete, Energía asequible y no contaminante; ocho, Trabajo decente y crecimiento económico; nueve, Industria, innovación e infraestructura; once Ciudades y comunidades sostenibles; y trece, Acción por el clima.
Tan importante es la propiedad intelectual para el logro de los ODS , que la OMPI considera que es un incentivo esencial para la innovación y la creatividad, y reconoce que es a través del ingenio humano que «..será posible promover nuevas soluciones que erradiquen la pobreza; impulsen la sostenibilidad agrícola y garanticen la seguridad alimentaria; combatan las enfermedades; mejoren la educación; protejan el medio ambiente y aceleren la transición hacia una economía baja en carbono, incrementen la productividad y fomenten la competitividad empresarial”. Es así como reconoce que el Objetivo nueve 9 relativo a Industria, Innovación e Infraestructura, es la base de la misión que tiene este organismo de liderar el desarrollo del sistema internacional de propiedad intelectual (PI) en beneficio de todos. Sea éste el momento, el Día Internacional de La Propiedad Intelectual (abril 26), para destacar el papel fundamental de la OMPI en el Desarrollo Global a través de la promoción, realce, y administración de la PI.
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual OMPI (o WIPO por sus siglas en inglés) es un organismo especializado de las Naciones Unidas, creado desde 1967 que contribuye con los Estados miembros al logro o aplicación de los ODS por medio de servicios específicos que les permiten acceder al uso del sistema de propiedad intelectual (PI). Lo anterior, con el objetivo de impulsar la innovación, la competitividad y la creatividad, esenciales en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible. Este organismo tiene la misión de fomentar el uso y la protección de los resultados del intelecto humano.
En efecto, consciente de su papel en esta agenda 2030 relacionada con los ODS, la OMPI encuentra total identificación de su razón de ser, con el apoyo al cumplimiento de algunos de los objetivos. Dichos servicios que la OMPI pone a disposición de las empresas y de los países, son la asistencia en materia legislativa, la administración de los tratados en materia de PI, (26 tratados), herramientas informáticas de datos mundiales que permiten un mejor resultado en las búsquedas del Estado del arte y de las marcas en el mercado global, la formación en temas de propiedad intelectual, tan importante como punto de partida para generar una cultura de propiedad intelectual que tanto nos hace falta; también está la difusión de conocimientos relacionados con los ecosistemas de Innovación, y servicios de elaboración de estrategias nacionales de propiedad intelectual e incluso un centro de arbitraje y mediación para la solución de controversias en materia de nombres de dominio.
De esta manera podríamos decir que la gran iniciativa de las Naciones Unidas, ODS, tienen en la OMPI un organismo capaz de apalancar las distintas necesidades que puedan surgir a los países para avanzar en el logro de los mencionados objetivos globales.
En Colombia el DANE a nivel local es el responsable de liderar la definición de los indicadores y hacer el seguimiento. Y el CONPES 3918 de 2018 define la estrategia de implementación de los ODS en Colombia.
Recientemente se llevó a cabo el Foro de los países de América Latina y el Caribe sobre desarrollo sostenible 2024, celebrado en Chile del 15 al 18 de abril de 2024, donde quedó claro que hay un rezago en el cumplimiento de los indicadores debido al lento crecimiento de la economía y del comercio, al cambio climático y las migraciones forzadas, a los conflictos geopolíticos y las crisis humanitarias provenientes de las guerras. Pero también pareciera que hay un vacío y es no tener claridad de hacia dónde avanzar, y cómo hacerlo, reconociendo que «Se requiere con urgencia políticas públicas integrales intersectoriales que aborden las causas estructurales y coyunturales de la baja capacidad para crecer, de la alta desigualdad y baja movilidad social, y las otras brechas relacionadas con los ODS» (José Manuel Salazar. Secretario ejecutivo de la comisión económica para América Latina y el Caribe CEPAL).
Por otro lado, según el Índice de Innovación Global (IGI), Colombia se ubica dentro de 132 economías analizadas, en los puestos 67 para (2021), en el 63 para el (2022) y en el puesto 66 en el año (2023).
También se concluyó que Colombia produce menos resultados de innovación en relación con las inversiones que realiza y que los ingresos por propiedad intelectual en 2021 fueron igual al 0,22% de los ingresos totales de las actividades empresariales.
En materia de solicitudes de patente y de marcas que son indicadores importantes para medir la innovación de un país, encontramos un decrecimiento importante en el número de solicitudes de patentes, siendo ya bajo el número que venía.
Los desafíos que enfrenta nuestro ecosistema es el bajo nivel de conocimiento sobre la PI entre la población colombiana y se necesita más inversión pública y privada para apoyar la innovación y la creatividad de nuestro país.
Pero adicional a las políticas atrás citadas, es importante tomar conciencia que ante la ausencia o la debilidad de las mismas, las empresas tienen a su cargo apostar por ODS; Miremos el estudio realizado por la Universidad Libre sede Cartagena, sobre la identificación de los objetivos de desarrollo sostenible desde el planteamiento estratégico de las empresas que cotizan en la bolsa de valores de Colombia[1][i]. En este estudio se escogieron 23 empresas colombianas pertenecientes a la bolsa de valores de diferentes sectores para verificar el grado en que se han involucrado y han cumplido el compromiso con los ODS, y aquellas que demostraron compromiso con el objetivo número 9 relativo a Industria, Innovación e Infraestructura fueron: Conconcreto, Cerrejón, Promigas, Grupo Sura, Cemex, Avianca, Grupo éxito, Isa, Argos, Celsia, Bancolombia Camacol Ecopetrol, Drummond, Davivienda y EEB.
Analizándolas, cuentan con una estructura de sostenibilidad, también asociada a una política de responsabilidad social empresarial, y para estas los ODS no implican un traumatismo en su estructura. Al contrario, colaboran en ser un marco de lineamientos para darle orden a lo que ya se está haciendo, con la posibilidad de poder medir el impacto social y ambiental.
Con la anterior conclusión del citado estudio, se demuestra que el desarrollo necesariamente requiere una estructura bien edificada, y un liderazgo corporativo comprometido con sus objetivos. ¿Cómo esta su organización frente a este compromiso mundial?
La propiedad intelectual necesariamente debe ser parte de esa estructura, pues la innovación y la creatividad, propias del intelecto humano, están incentivadas y protegidas por este mecanismo, no solo porque otorga derechos de propiedad exclusivos sobre los resultados del conocimiento, sino porque que incentiva para seguir creciendo e innovando, pero con el nivel y las condiciones necesarias para generar resultados reales y viables que resuelvan esos objetivos de manera clara y contundente.
Por ejemplo, en el caso del objetivo de economía hipocarbónica, este implica emplear tecnologías de emisiones bajas o nulas lo que seguro conlleva invenciones patentadas, secretos empresariales, también patentes o modelos de utilidad para la eliminación o reciclaje de residuos, con el fin de emitir un mínimo de gases de efecto invernadero; el software y las aplicaciones para la operativa y comercialización, y las no menos importantes marcas para productos y servicios asociados al transporte y consumo.
Es muy importante y ya para finalizar, ver a la propiedad intelectual en un doble enfoque, por un lado los beneficios que trae a los titulares de las patentes a quienes se les asigna un derecho exclusivo durante el periodo de vigencia de la patente y dentro del territorio determinado en el que se concedió, para que pueda controlar la producción, ser único en el mercado con ese producto patentado y con esto obtener ingresos que recompensen el esfuerzo y que puedan reinvertirse en mejorar la estructura de las unidades de Innovación, y también en el segundo enfoque que no suele ser tenido en cuenta por el público en general y es que los documentos o memorias de las patentes una vez se publican, contienen información detallada y en un formato universal, que sirve para apalancar nuevos desarrollos, por lo que también es conocimiento técnico para seguir innovando y creciendo.
Por tanto, ya es hora de tomar conciencia de la importancia de utilizar a la propiedad intelectual como un incentivo y palanca para la creatividad y la innovación que son pilares del desarrollo sostenible que tanto estamos necesitando. Posiblemente para el 2030 no habremos logrado esta meta de los ODS que fueron fijados por las Naciones Unidas, como una meta ambiciosa para cambiar el rumbo de la historia de la humanidad en búsqueda de la anhelada erradicación de la pobreza, la protección del planeta y la garantía de que todos vivamos en este mundo, en paz y en prosperidad, pero avanzar en ello es nuestra responsabilidad.
Claudia Caro
Directora PONS IP – Colombia
[1] (Giovanni Pérez Ortega, Andry Barrera del Toro Zaira Moreno Freites).
