Si una marca es conocida con carácter general por todo el público y no sólo por el de un sector del mercado, entonces estaremos ante una marca renombrada.

Pues bien, si en estas fechas pensamos en un signo que cumpla con la definición anterior, esto es marca renombrada en el sentido amplio del término (jurídico y sentimental).

Seguro que a nuestra mente viene lo que para muchos indica el principio de la Navidad, el pistoletazo de salida de estas fechas: el anuncio de la Lotería de Navidad, el Décimo Dorado, el Décimo de Navidad, el 22 de diciembre, el (tan esperado) Sorteo de Navidad, Los Niños de San Ildefonso y sus voces cantarinas, el Bombo, el sonido de las bolas, las liras y (el ansiado) Gordo. Pues bien, todos estos elementos que ayudan a convertir los sueños de muchos privilegiados por la suerte, en realidad son marcas registradas, cuya distintividad ha sido reconocida por la Oficina Española de Patentes y Marcas.

La Lotería de Navidad es el sorteo más famoso y jugado en España. Cuenta con verdaderos adeptos que coleccionan sus décimos, juegan a la terminación más premiada, o una fecha importante en sus vidas. Incluso algunas empresas tienen su propio número para repartir la suerte entre sus trabajadores. Es el sorteo que más ilusión lleva aparejada y que más dinero reparte a través de su premio gordo y también el que mayor protección marcaria contempla.

Pero en general, jugadores de Lotería o no, admitimos que es uno de los eventos más reconocidos y esperados de estas fiestas. ¿Cabe entonces hablar de renombre estacional? Es una propuesta a considerar de este nuevo término.

La historia de este sorteo se remonta al año 1811, y la Guerra de la Independencia contra los franceses. Las Cortes de Cádiz crearon esta Lotería por la necesidad de dinero que tenían y su primera edición tuvo lugar el 18 de diciembre de 1812, conocida con el nombre de ‘Lotería Moderna’, para así diferenciarla de la Lotería Primitiva creada en 1763. Es en el año 1892 cuando se la conoce como ‘Lotería de Navidad’, pero no fue hasta el año 1957 cuando se celebra el primer sorteo televisado de la historia, pasándose a informatizarlos en 1974. Los sorteos han ido evolucionando tanto en la puesta en escena, como en sus distintivos, así como en su lugar de celebración. ¿Será el 2024 cuando se celebre el primer sorteo en el metaverso? Protección tienen para ello.

El Sorteo del Niño, el segundo más importante del año, y que hace la mañana de Reyes algo más mágico si cabe, marcando el final del periodo navideño.

Detrás de estas marcas (e ilusiones) está Loterías y Apuestas del Estado (Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado SELAE) operador de loterías y juegos de azar español de titularidad pública. Esta Sociedad Estatal y su equipo jurídico entiende perfectamente la importancia de una correcta protección de sus activos y la creciente necesidad de amparar la mayor capacidad distintiva que sus marcas ostentan con el objetivo de que el consumidor conozca quien está detrás y no se lleve a error.

A fin de obtener una protección reforzada de sus marcas, que está más que justificada por el valor que han logrado como consecuencia no sólo de su uso continuo sino también de su buen hacer, lo que normalmente conlleva importantes inversiones en publicidad y en la calidad del producto. En este punto SELAE ha realizado importantes campañas de publicidad de sus sorteos. Quién no recuerda al actor Clive Arrindell protagonista del anuncio del sorteo de la lotería de Navidad desde 1998 hasta 2005 y popularmente llamado “el calvo” de la Lotería de Navidad, pasando porque El mayor premio es compartirlo con Manuel o No hay mayor suerte que la de tenernos, spot de este año que nos ha permitido disfrutar de un Madrid vacío con el que muchos soñamos.

SELAE realiza un esfuerzo a nivel jurídico donde lleva una defensa activa de todas sus marcas, presentando numerosas oposiciones y actuaciones frente a terceros que pretenden registrar marcas iguales o semejantes. Oposiciones que han sido en su mayor parte estimadas y donde la Oficina Española de Patentes y Marcas ha estimado el renombre y reconocimiento que tienen algunas de las marcas como LA QUINIELA, BONOLOTO, PRIMITIVA y LOTERIA NACIONAL juegos que opera Loterías y Apuestas del Estado en España.

En suma, sí es que ES LO QUE TOCA, Y LOTERIA NACIONAL sabe que para que toque, es importante obtener una protección reforzada de los signos distintivos que rodean a sus sorteos, justificada por dos razones principales:

• Proteger al consumidor evitando el error sobre el origen de los productos y los servicios que rodean a sus sorteos
• Protegerse como empresa impidiendo que un tercero use de forma ilícita sus distintivos y signos obteniendo una ventaja desleal del renombre o del carácter distintivo de los mismos

Estamos ante un ejemplo de empresa que ha sabido hacer que sus marcas funcionen desde el siglo XIX hasta la fecha, adoptando una estrategia a largo plazo y sabiendo proyectar sus distintivos, lo que ha hecho que sus sorteos resuenen en la mente y toquen el corazón de los consumidores, lo que podría considerarse una buena definición del renombre.

Porque algo es claro, No hay mayor suerte que la de tener (nos) renombre.

Aída Tarí
Responsable de Marcas y Brand Intelligence en PONS IP